Probablemente sea inútil pensar qué rumbo habría tomado la visita del FC Bayern a Maguncia (ver crónica del partido) si Michael Olise hubiera apuntado unos centímetros más a la derecha a los seis minutos de juego. El francés tuvo la primera gran ocasión del partido, al recibir el balón de Thomas Müller en el borde del área y disparar desde unos 15 metros. Pero el balón no encontró portería y se estrelló en el palo izquierdo.
En ese momento, no estaba destinado a ello para Olise y, simbólicamente, tampoco para el FC Bayern que, esta tarde, ha sufrido en el campo del FSV su primera derrota de la temporada en la Bundesliga. Como viene siendo habitual esta temporada, los muniqueses dominaron el juego y acabaron teniendo más posesión (69%), realizando más disparos (13:8) y dando más del doble de pases (648) que su rival (290). Sin embargo, las acciones decisivas fueron a favor de los locales.
Eberl «El Mainz tuvo más veneno»
«Hay que decir que al final el Mainz se lo ha merecido», admitió el director general deportivo Max Eberl tras el pitido final: «El Mainz fue más agresivo y tuvo más veneno en los duelos individuales. Rara vez tuvimos el control del juego, permitimos que el Mainz impusiera su juego y fuimos incapaces de darle la vuelta al final». El Bayern también sintió los efectos del mencionado veneno local en el minuto 41, cuando a los muniqueses les robaron el balón en la salida, el Mainz lanzó un contraataque y acabó marcando tras una buena jugada de Jae-Sung Lee para hacer el 1-0.
El hecho de que el pase decisivo al surcoreano fuera desviado con la misma fortuna que el disparo de éste mismo en su segundo gol después de una hora de partido (minuto 60) se ajustaba al contexto desde el punto de vista muniqués. Fue precisamente esa suerte la que le faltó al equipo de Vincent Kompany en el partido. Por ejemplo, cuando Leroy Sané (64') envió una volea por encima de la portería, Jamal Musiala (74') remató de cabeza cruzado o cuando un defensa del Mainz se tiró en plancha ante un disparo de Mathys Tel (80'). Poco antes del final, la suerte se inclinó del lado de los visitantes cuando Sané fue el más rápido en reaccionar a un disparo bloqueado de Joshua Kimmich y marcó el gol del honor a tres minutos del final del tiempo reglamentario. Sin embargo, llegó demasiado tarde.
«El Mainz no dejó de poner trabas en cada balón. No hicimos un mal partido, el compromiso estuvo presente. No logramos despejar suficientes balones dentro del área», analizó Thomas Müller: “Al final, de lo que se trata es de marcar goles”. El hecho de que el gol de Sané fuera el único disparo a puerta ante el FSV en los últimos compases también es indicativo de la falta de puntería. Después de tres semanas consecutivas con partidos intersemanales, al Bayern, que había viajado a Rheinhessen sin Harry Kane, Manuel Neuer, Serge Gnabry y Alphonso Davies entre otros, probablemente le faltaron fuerzas para volver a dar un paso adelante. Pero eso no debe servir de excusa.
«No pusimos excusas desde el primer día. Tenemos calidad para ganar un partido así. Hoy hemos cometido demasiados errores», explicó Max Eberl, que inmediatamente centró su atención en la última cita del año, dentro de seis días: «Ahora tenemos que volver a levantarnos y puntuar contra el Leipzig el viernes». Vincent Kompany llegó a una conclusión similar: «Hoy no hemos estado a nuestro mejor nivel. Aprovecharemos la derrota para aunar fuerzas de cara al partido contra el Leipzig de los próximos días».
Aunar todas las fuerzas para el último partido
Echando la vista atrás, la derrota no se puede revertir, continuó el entrenador. En lo que sí se puede influir es en lo que viene después. Por eso, la máxima prioridad del Bayern tras el partido en Maguncia es, una vez más, volcar todas sus energías y despedirse con una victoria en su último partido del año en casa: «Todavía podemos ganar mucho en el futuro. Tenemos la sensación de que el equipo siempre quiere dar nuevos pasos para ser aún mejores. El próximo partido es nuestro único objetivo», afirmó Kompany. Joshua Kimmich consideró que la reacción del equipo tras la primera derrota también puede ser un indicador para el resto de la Bundesliga: «Es un momento crucial para que nos mantengamos unidos como equipo y sigamos trabajando duro. Será importante que ganemos el último partido. Todo el mundo tiene que dar lo mejor de sí mismo el viernes». Después, el Leipzig se enfrentará a un Bayern muy fuerte».
Las reacciones tras el partido:
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