
A la hora de hacer frente a las temperaturas, los aficionados se mostraron extremadamente creativos. Desde sombreros de gran tamaño hasta toallas mojadas sobre la cabeza, los espectadores del estadio de Charlotte idearon multitud de soluciones originales para protegerse del calor. El termómetro marcaba 37° C a la sombra, y apenas se veía algo de sombra en el estadio, construido sin techo protector. Era un horno sofocante, y resultaba difícil imaginar cómo sería jugar al fútbol en un campo así.

Debido a las condiciones externas, el Bayern empezó de la peor manera posible su último partido de la fase de grupos del Mundial de Clubes. Andreas Schjelderup adelantó al campeón récord portugués en el minuto 13. El equipo de Vincent Kompany estaba a partir de ese momento por debajo en el marcador, bajo el calor abrasador del mediodía en Carolina del Norte. Fue una hipoteca que los muniqueses no pudieron pagar. El FCB perdió 1-0 (1-0) y de este modo se clasificó para los octavos de final como segundo de grupo.
Decepción por el resultado
«El resultado es decepcionante, por supuesto», declaró Thomas Müller tras el pitido final, pero al final hay que aceptarlo: «así es el fútbol». Sin embargo, los jugadores atribuyen la derrota a su propia actuación, no a las condiciones externas. «Hacía un calor brutal. Pero básicamente todo el mundo ha tenido las mismas condiciones. Por eso no vamos a permitir que eso sea una excusa», declaró Manuel Neuer: «,El hecho de que no pusiéramos sobre el terreno de juego la misma intensidad en la primera parte que en la segunda fue culpa nuestra, simplemente no estuvimos a la altura».

El Bayern, que introdujo siete cambios respecto a la victoria por 2-1 contra Boca Juniors, tardó en reaccionar a la desventaja en la primera mitad. Sólo tras el descanso, con la entrada de jugadores de refresco gracias a los cambios, se produjo un asalto a la portería portuguesa. No había duda de que al menos un empate habría sido lo más justo. El Bayern dispuso de una gran ocasión tras otra, pero le faltó la sangre fría necesaria para materializarlas. Leroy Sané se plantó en solitario hasta en tres ocasiones (minutos 44/51/86) ante la portería del guardameta del Benfica, Anatoliy Trubin, pero no logró introducir el balón en el fondo de la red.
Aprovechar las oportunidades como crítica
«Generamos muchas ocasiones, jugamos muy bien tras el descanso», analizó el técnico Vincent Kompany: «Pero si tienes un mano a mano con el portero y no aprovechas otras oportunidades claras, al final lo acabas pagando». El capitán tenía una opinión similar: «La segunda parte fue un partido muy bueno por nuestra parte. Fuimos muy agresivos con balón y les agotamos», declaró Manuel Neuer. Pero debido al gran número de ocasiones claras desperdiciadas, «también fue culpa nuestra hasta cierto punto el que no empatáramos al menos el partido o incluso lo ganáramos».
Las jugadas más destacadas, en la crónica:


