
Naturalmente, también fue una decisión valiente. Vincent Kompany realizó cinco cambios, todos los dedos de una mano, en su alineación inicial: el entrenador del FC Bayern cambió a casi la mitad del equipo bajo las altas temperaturas de finales de verano en Sinsheim, antes del encuentro de la Bundesliga con el TSG Hoffenheim. Una medida que los entrenadores solo suelen tomar cuando en el partido anterior nada o casi nada ha funcionado. Sin embargo, el último partido, disputado poco más de 48 horas antes contra el campeón del Mundial de clubes, el Chelsea FC, no había sido en absoluto un estrepitoso fracaso para empezar la Champions League, sino todo lo contrario.
La receta de la poción mágica de una aldea gala
El contundente 1-3 del FC Bayern ante los Blues formó parte de un inicio de temporada ya casi asombroso, lo que sugiere que Kompany podría haber recibido la receta de una poción mágica de una pequeña e indomable aldea gala. Porque, incluso tras la rotación del once inicial, el FC Bayern siguió siendo un rival demasiado grande para un Hoffenheim valiente, pero desafortunado: el marcador final fue de 1-4, la séptima victoria consecutiva en siete partidos oficiales para el campeón récord alemán.

«No debemos olvidar, como ya comentamos desde el principio, que casi no hemos tenido vacaciones, hemos tenido muy poco tiempo para prepararnos y, aunque por ahora todo va muy bien, no debemos olvidar que necesitamos a toda la plantilla. Confiamos en todos los chicos y tenemos muchas ganas de jugar este partido», explicó el entrenador Kompany sobre su gran rotación de jugadores.
Minjae Kim sustituyó a Dayot Upamecano en el centro de la defensa, Sacha Boey pasó del banquillo a la posición de lateral de Konrad Laimer, que sustituyó al lesionado Josip Stanišić en el lateral izquierdo. Leon Goretzka fue titular en lugar de Joshua Kimmich, que no era suplente desde marzo. Los nuevos fichajes Nicolas Jackson (por Serge Gnabry) y Lennart Karl (por Michael Olise) debutaron en el once inicial. El canterano se convierte así, con 17 años y 210 días, en el segundo jugador más joven en ser titular con el FCB en la Bundesliga, solo por detrás de Mathys Tel (17 años y 136 días).
Sin embargo, al principio parecía que no solo los espectadores, sino también los propios jugadores tenían que acostumbrarse a la nueva alineación. El campeón récord alemán tenía problemas, entre otras cosas porque el Hoffenheim, al igual que el Chelsea el miércoles por la noche, presionaba con descaro, confianza y determinación. «En la primera parte fueron mejores. Ganaron los duelos y lo hicieron casi todo bien», elogió Kompany. «No encontramos el ritmo adecuado en nuestro juego. El Hoffenheim lo hizo bien y, por supuesto, eso no nos vino bien», admitió Jonathan Tah.
El TSG había ganado una gran dosis de confianza con tres victorias en los cuatro primeros partidos oficiales, y eso se notaba sobre el verde. El Hoffenheim fue el que contragolpeaba, combinaba y generaba ocasiones. La mejor fue un disparo de Fisnik Asllani al palo exterior bávaro, después de que Manuel Neuer cometiera un error en la salida de balón (minuto 13). Aunque el Bayern tuvo una posesión del balón claramente superior, con un 77 % en la primera pausa por hidratación, pero, ante las estadísticas de 6 disparos locales por uno del conjutno muniqués y 12-2 en acciones con el balón en el área rival a favor de los de Sinsheim, Kompany ajustó su equipo a gritos tras el primer cuarto de hora: su equipo parecía demasiado nervioso y realmente sorprendido por el gran comienzo del Hoffenheim.

Y así, una vez más, Harry Kane tuvo que arreglarlo: tras un saque de esquina del joven Lennart Karl, el internacional inglés marcó con un remate directo que dio ventaja a los visitantes (44'). Tah y Goretzka habían ayudado a su compañero con un hábil juego de posicionamiento para desmarcarse de su marcador. «Lo hemos entrenado», reveló Kompany: «Una cosa es marcar el gol, pero también se necesita talento y calidad». Con esta asistencia, Karl se convirtió en el asistente más joven de la historia del FC Bayern en la Bundesliga, superando al anterior récord de Toni Kroos por 55 días. Al mismo tiempo, fue el noveno gol que marca el FC Bayern en las primeras mitades de los cuatro partidos de liga disputados esta temporada. Sin embargo, el TSG no pareció ni sorprendido ni frustrado por el inesperado gol en contra: tras un saque de esquina, Muhammed Damar lanzó el balón hacia la portería con un rebote, y Minjae Kim lo despejó de alguna manera con la cabeza y el hombro en el último instante.
Gol decisivo tras el cambio de campo
El gol decisivo llegó tras el descanso: Lennart Karl encontró a Sacha Boey con un regate, cuyo disparo rebotó desafortunadamente en la mano de un jugador del Hoffenheim. Harry Kane transformó con seguridad la pena máxima. La resistencia parecía haberse roto. Sobre todo cuando el árbitro Hartmann volvió a señalar el punto de penalti tras una falta sobre Olise, que había saltado al terreno de juego desde el banquillo. Kane envió el balón al fondo de las mallas y el 0-3 fue un gol que entró directamente en los libros de historia: ningún jugador había marcado sus primeros 17 penaltis en la Bundesliga (Hans-Joachim Abel y Max Kruse también habían marcado 16).
Con ello, el jugador de 32 años ya suma once participaciones de gol en las cuatro primeras jornadas (ocho goles y tres asistencias). Se trataba del noveno hat-trick del delantero en la Bundesliga. «En la segunda parte fue más nuestro partido: la forma en la que movimos el balón, cómo presionamos con y sin balón», opinó el propio Harry Kane.

Aunque el Hoffenheim pudo celebrar un gol al final del partido, el 1-3, gracias a un lanzamiento de falta ejecutado por Vladimir Coufal y desviado por Kimmich, los locales no pudieron hacer nada más contra un Bayern que se mostró sereno, seguro en el pase y soberbio. Incluso llegó el 1-4 definitivo gracias a Serge Gnabry en el minuto nueve del tiempo añadido, con lo que el atacante ha marcado en cada uno de los tres últimos partidos de la Bundesliga y ha reafirmado su buen estado de forma en estos días.
Pero el hombre del partido siguió siendo, por supuesto, Harry Kane, que ya había marcado tres goles contra el Leipzig en el partido inaugural de la competición. «Me siento bien. Sé que en este equipo tengo oportunidades, y eso es mérito de los chicos. Hoy, otro penalti, además del primer gol tras una jugada a balón parado. Felicidades a los chicos que la prepararon, lo hicieron genial. Yo solo tuve que rematar. Tengo que seguir trabajando duro para el equipo y los goles llegarán solos», dijo Kane con una sonrisa. Pero no habló de ninguna poción mágica.
Las declaraciones más destacadas tras el triunfo en Sinsheim:
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